EL CREADOR DE SUEÑOS.

No era el mejor, ni el más creativo, ni el más listo, ni tan solo el más simpático, era uno más, uno cualquiera, una persona más, alguien del montón . Y en algún momento de su vida se sintió como el bicho más raro. Pero en su interior despertaban los sueños. Y los mimaba, los cuidaba con tanto esmero y delicadeza como el jardinero a sus rosales. Le hacia diferente esa tenacidad, esas ansias de aprender a ser quien era en realidad. Era un inconformista , cuestionaba todo aquello que no entendía, sé auto lideraba. Aprendió a pensar en lo que si podía solucionar, aprendió a resolver, aprendió que esta vida es un sueño de retos constantes, aprendió que a veces no se gana pero se crece, se supera y vuelta a empezar. 
Soñaba y soñaba mientras a su alma abrazaba. Soñaba y su magia crecía. En sus sueños creía y por eso tenía el poder de ser un mago de hechizos realizados, en momentos en  formas, en secuencias de su vida en sensaciones, en recorridos de experiencias. De esta manera, llenaba y alimentaba su ser, cuerpo, mente y espíritu trabajando desde el equilibrio. Trabajando desde el amor y el respeto. En sus pensamientos nacía,  en su corazón los sentía, en su vida los tocaba.. Y a cada paso que daba en el más creía. En sus ojos brillaba la emoción de la fuerza que en todo ponía. Defendiendo sus sueños como aquel que defiende el amor verdadero, como el príncipe que defiende a su princesa, como la madre que defiende a su manada.
Tanto soñaba que sus lágrimas aparecían, unos días lágrimas de esfuerzo otros días lágrimas, de recompensas.
Tanto soñaba que sus manos le dolían , tanto soñaba que hacia y deshacía sin parar, sin mirar atrás. Alejando de si malas vivencias de un pasado nada fácil, un pasado que trato en algún momento de arrebatarle sus talentos, sus pasiones, su verdadero ser. Un pasado que intento confundirle, herirlo y mermar sus capacidades.

Tanto soñaba que no dejaba nunca de crecer, de aprender, de conocer, de sentir, de querer, de maravillarse, de apreciar, de reír, de comprender, de conquistarse a si mismo.


Tanto soñaba que poco dormía, ojos cansados de tanta ilusión, de tanta satisfacción, de tantas emociones e ilusiones pero a pesar de su cansancio tanto soñaba tanto agradecía. Con calor, frío aire o lluvia seguía y perseguía lo que mejor hacia, su talento.


Tanto soñaba que abrazaba a la vida y a las personas con tanta fuerza que contagiaba allá por donde pisaba.


Tanto soñaba que creo otra realidad diferente, la realidad del coraje, del valor, la realidad del éxito de la inspiración, su mundo cambio de color, su luna brillaba más, sus estrellas le escuchaban y le cantaban.


Tanto soñaba que conoció al miedo de cerca, lejos de paralizar sus sueños, soñó tan fuerte que se impuso a sus miedos, respeto con silencio y maestría a sus temores para seguir soñando.


Tanto soñó que no persiguió el destino de otros, invento y construyo sus propias leyes cargadas de humanidad, sensibilidad, constancia, sacrificios.


Tanto soñaba que otros se burlaban, criticaban e incluso ofendían pero defendió sus sueños, simplemente hizo, no escucho aunque sufrió, no critico aunque dolió, no juzgo aunque no entendió.

Tanto soñaba que no dejaba de sonreír, de emocionar, momentos en los que ni tan solo podía entender como la fuerza de la motivación y la ilusión le habían conducido al paraíso, a su ser.


 Almas gemelas  le apoyaron,  le emocionaron,  le enamoraron de diferentes edades, culturas, personas más sabias que inteligentes, personas como él con el baño de la experiencia, con un baño que deja en tu piel un olor diferente, un olor a humildad. 

Tanto soñaba que era incapaz de poder dormir sin antes conquistar sus sueños!!!!





Dulce y difícil el camino de los sueños, pero grande aquel que convierte el temor en ilusión. El camino de los sueños no es fácil ni de corto recorrido.
A un creador de sueños siete leyes le definen, esfuerzo, curiosidad, sacrificio, constancia, 
movimiento, humildad y AMOR.






       



















Abrazos a mil!!!

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