LLORA TUS PENAS

Hola de nuevo! cuanto tiempo sin pasar por aquí..... hemos crecido, hemos aprendido......


Hace unos días me escribía Marcela y me decía que le gustaría recibir consejos para superar la tristeza..... uff pensé yo, ahí andamos todos con nuestras penas.... no soy terapeuta, ni sicóloga, ni doctora, tan solo una hormiga más que como todos los demás a veces se pierde para volverse a encontrar.

Y yo que le cuento a Marcela?... no hay pastilla mágica que alegre los corazones, no esta escrita la receta, ni existe manual, así lo siento yo.... pero hay un montón de experiencias que tenemos que vivir para superar los momentos más tristes de nuestra vida.


Llora, llora mucho, llora tus penas, da igual como, todas las lagrimas valen para quitarse las penas, entre las sabanas, entre los brazos de otra persona, a solas, delante del mar o en la oscuridad... pero llora.

Siente la rabia, y siente el dolor, siente el vacío, y deja que te acompañen, deja que entren en tu cuerpo porque tienen que entrar para después salir...... hay penas y dolores tan grandes que ni el tiempo los cura, se convierten en cicatrices, pero aprendemos a vivir y esa cicatriz que llevas un día renace en forma de flor.... y esa flor atrapa toda tu piel y se extiende por tu cuerpo haciéndote más fuerte, más sabia y más humana.


Siéntete, jamás de la vida dejes de sentirte y la mejor manera de sentirse es en silencio, mírate al espejo con calma, lo sé que vas a ver  cosas en él que no quieres ver, quizás esos ojos tristones, quizás el dolor se vea reflejado en tu cuerpo, reconoce..... no tengas prisa, esto no va de hoy para mañana, esto es una vivencia más, un día a día, un millón de sentimientos con mucha energía.


Camina, camina y camina porque caminando avanzamos... y mientras caminas observa, observa la belleza del mundo, árboles, tierra, mar, cielo, niños, personas, música, todo absolutamente todo es energía y es esa la única que te devuelve la sonrisa.

Porque aunque a veces la vida se torna difícil, cruel, dura, triste siempre hay un motivo para sonreír, siempre hay algo por lo que seguir, y la tristeza se minimiza cuando sentimos y sabemos donde queremos estar, quien somos en realidad, con quien queremos estar, esa tristeza se va evaporando cuando somos paz, cuando somos amables, cuando sonreímos, cuando amamos, cuando nos queremos, cuando somos juego, somos música, somos lectura, cuando nos convertimos en agua y seguimos el recorrido.

No estamos preparados para entenderlo todo, siempre tendremos lágrimas en el rostro, las necesitamos para volver a sonreír, para levantarnos, para seguir adelante.

Cuídate mucho Marcela, cuidaros mucho lectores del blog, nuestro recorrido en la tierra, nuestro tiempo no es eterno, nuestra alma si,  tú decides como lo quieres vivir, abrazos a mil!

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